Archive for the ‘tomar algo’ Category

Deleitar los sentidos

octubre 28, 2007

Ya va un par de veces que pospongo el momento de hablar de un lugar de Palma que a mi modo de ver resulta clave para todo visitante, persona de paso o habitante férreo de la ciudad.

 Ca’n Joan de S’aigoCasa fundada en 1700. Especialista en helados y ensaimadas. Pone la tarejeta de visita. Pero se subestiman. Porque no sólo son expertos en las ensaimadas, sino en los cuartos, los helados caseros, las tazas del reconfortante chocolate caliente, las tradicionales empanadas, los robiols tanto dulces como salados. Y no sólo son expertos en deleitar el paladar. Sino en deleitar a la persona en todo su ser. Son expertos en confort, calidez, eficacia, tradición. Aunque no se lo propongan es algo que se desprende, casi algo que se respira en el aire nada más entrar en su espacio. Imagina una tarde de invierno lluviosa y fría, con esa modorra que proporcionan esos días. Osar tomar un chocolate con ensaimada en C’an Joan de s’aigo un dia de esos es una locura. Porque precisamente esos días es cuando en el local hierve un aire frenético de actividad. Colas, gente, esperas, rapidez,… pero incluso ese día, si consigues sentarte y tomarte algo con unos minutos de robada calma, sientes todas esas sensaciones. Esa calidez. Y la verdad es que soy incapaza de decir qué es lo que hace que se desprenda esa sensación. Quizás sea por  la antigua y gastada decoración del lugar, mullidos sillones rojos, espejos barrocos, centros de flores y frutas de cera. Incluso un dia de locura como ese, amo este lugar.

Pero para el que no lo conozca y desee disfrutar del lugar con un poco de calma, mejor elegir un momento en el que no sea «hora punta» (por decirlo de alguna forma). Por ejemplo un día a media mañana, con el lugar un poco más en calma, aunque la actividad no descanse, te puedes sentar tranquilamente en una de las mesas y disfrutar de las que para mí son las mejores ensaimadas de Mallorca y el mejor chocolate a la taza. Mantener una agradable conversación, o simplemente aislarme del mundo y sentarme a leer un libro o el periódico o observar el mundo, observar las pocas personas que pueda haber ahí sentadas y dejar que mi mente vaya por donde quiera.

Ca’n Joan de s’aigo. Como la chocolatería San Gines en Madird o el Gran Café en Barcelona. Son lugares que todo el mundo sabe que están porue forman parte del patrimonio de la ciudad, como una catedral, el ayuntamiento, un barrio o una calle típica de la cuidad. Simplemente existen desde hace años y precisamente esa antigüedad es la que le otorga el poder de transmitir todas las sensaciones que te cauitvan nada más poner un pie en el lugar.

Ir Ca’n joan de s’aigo, (en la calle Barón de Santa María del Sepulcro (Sí sí, esa es la calle!) significa darte un homenaje, un premio, un motivo de celebración, un instante de descanso de la apresurada cotidianidad, un rato de conversación donde el paso del tiempo queda suspendido por unos instantes, una pequeña tradición familiar como el abuelo que cada domingo lleva a desayunar a sus nietos, o como la mejor forma de cerrar una noche de marcha cuando al salir de la discoteca lo único que deseas es comer algo.

Ca’n Joan de s’aigo es todo. Es tradición y es Mallorca.

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Tipical Spanish

octubre 11, 2007

A pesar de lo mucho que me guste mi isla y de lo mucho que siempre la alabe, soy consciente (y cada vez más) de que hay cosas que echo en falta en ella. Una de ellas, es el potenciar y explotar la cultura del tapeo. Una costumbre tan «Típical Spanish», que tan buen sabor deja a todo el que lo prueba y que obliga a aficionarse a ello. Ese hábito de tomar una caña siempre acompañada de una deliciosa ración de comida es algo de lo que cuando te acostumbras es difícil prescindir. Por eso, cada vez que voy a Palma echo en falta poder salir a tomar algo rápido que me sirva de cena sin tener que hacer todo el protocolo de sentarme a la mesa, o ir a un bar a tomar algo y no tener que pagar un extra por una pequeña ración de comida. Tanto que se podría considerar el tapeo como el «fast food» en el sentido más literal de la palabra con el extra de ser bastante más sano.

Pero hace unos días me enteré de que esta semana, concretamente desde ayer dia 10 y hasta dia 14, se celebra en Palma un evento relacionado con todo esto: Tapalma. Una feria internacional de tapas que este año se traslada por primera vez a las calles de Palma formando así un recorrido que ofrece a posibilidad a todo el mundo de ir a los locales seleciconados y probar una muestra de lo que se presenta en cada uno de ellos.  Como poco me parece una idea super original y no se si me paso de optimista al desear que ojalá esto sirva para impulsar un poco más en Mallorca la costumbre de «ir de tapas». Además, para que todo el mundo pueda acceder a estos lugares y disfrutar de esta original feria, se han creado distintos medios de consulta como un plano con las distintas rutas y locales, y una pagina web. Así que mejor imposible.

La idea de este año como ya he dicho es desplazarse por la ciudad siguiendo 4 rutas por todo el centro y alrededores. En cada ruta se seleccionan varios restaurantes y/o bares donde se presentan un mínimo de dos tapas que se pueden consumir por un razonable precio de entre 1 y 2 euros, y donde se combinan de maravilla platos típicos de la cocina mallorquina, ingredientes típicos con la cocina más moderna e innovadora e incluso algún toque oriental. Analizando las distintas rutas y las ofertas de cada lugar se me hace la boca agua y me permito seleccionar algunas de las más originales y algunos de los locales:

 Ruta 1: Santa Catalina. «Wasabi», «Diecisietegrados», «Sa llimona», «Sa figa de moro», «S.P.Q.R.», o el «Bar marítimo». Las propuestas que más me llaman la atención son: Taco de berengena, mozzarella, parmesano y tomate; Tostada caliente con cebolla confitada, sobrasada, queso curado y huevo de codorniz; Rollito de salmón con cebolla y queso cubierto de «masago wasabi».

Ruta 2: Plaza de españa.  «801», «Basmati», «+ Natural», «Pepe Pintos cocinero» o «Me da igual». De esta ruta me quedo con: el Minicrep de frutos secos, bañado con dos chocolates y frutos rojos; Embutido de ternera asada con tumbed, trampó, sofrito y mermelada de chalotas (vaya mezcla!); o el Arroz basmati con pollo.

Ruta 3: Centro. «Ca n’Ignasi de pollença», «Entretapas y vinos», «Burladero», «Santa Eulália»,…. Y de tapas: lomo con escalivada sobre llonguet y salsa de sobrasada; Huevo con virutas de manchego y foie; Carpacio de pulpo con vinagreta balsámica de mango, miel y soja; Cazuela de pollo caramelizado al cous cous.

Ruta 4: La Lonja. «Forn de Sant Joan», «Wineing», «Almazara», «Neo cultural». De aqui tientan: el Pollo macerado en vino y miel con pan de molde, cebolla y tomate seco con salsa de vino negro; Helado de manzana y canela con reduccion de cocacola, lima y peta zeta (me encantaría saber que sale de ahí!!), Llempuga con pimientos (uno de mis platos favoritos!), Pasteles rellenos de dulce de leche y platanos sobre naranja de Sóller.

Madre mia!! Alguien puede hacer el favor de ir en mi lugar a probar todas y cada una de esas propuestas! Se me hace la boca agua con solo leerlo y me intriga muchísimo saber en  qué consistirán algunos de ellos. Nunca había sentido tanto no estar en Palma. Está claro que no he puesto ni la mitad de todo lo que se propone en la carta de cada lugar, lo que hace que valga más la pena aprovechar la ocasión ya que muy pocas veces en Palma podemos encontrar cosas así. Porque yo voto por impulsar esta costumbre y que cada vez más se practiquen los lugares de tapeo.

Espero que alguien pueda acercarse a qualquiera de los lugares y probar algo para que luego cuenten la exeriencia y la opinión. Si vale la pena, el año que viene no me lo pierdo!! 

Para que nadie se quede sin saber donde ir ni como aquí va la direccion de internet:  www.tapalma.es

 Yo tendré que contentarme con mi propia tapa casera: Lámina de tortilla con atún sobre una rodaja de tomate frito en tostada integral de 8 cereales con aceite, sal y orégano……ja. Evidentemente mucho más humilde y simple pero muy sabroso.

Recorrido

junio 29, 2007

Buscando un lugar donde ir a cenar hoy, se me ha ocurrido optar por el lugar más socorrido, porque se que ahí siempre voy a encontrar algo. Sea cual sea el gusto, el estilo y el presupuesto. Y porque es un placer pasear con calma por esas calles que parecen una mini ciudad.

Nos vamos a la zona de La Lonja.  Si empezamos el recorido por la misma Plaza de La Lonja, ya ahí encontramos algunas terracitas donde sentarnos. A mi gusto, la del bar Sa Llotja, donde tomar unos deliciosos montaditos de pan con cualquier cosa. O un poco más a la izquierda, el Orient Exprés, especializados en crepes, pero con algunas otras cosas muy sugerentes en la carta. Si en vez de ir a la izquierda, partimos desde la plaza por la calle que nos queda enfrente (con el mar a la espalda), entraremos en la calle Sant Joan, donde más sitios podemos encontar de toda la zona. Ahí están el Pub Irlandés a mano izquierda, el Vecchio Giovani que recomiendo para los amantes de pastas o pizzas, o el Forn de Sant Joan para platos un poco más sofisticados. Pero sin duda el lugar característico por excelencia de esta zona es el Ábaco. Un sitio sólo para bolsilos muy generosos donde tomar una copa o cualquier tipo de combinado, pero que vale la pena entrar a ver, aunque sea un segundo, para admirar la decoración. Tanto por dentro como por fuera es majestuoso. Y hay que entrar.

Después de est, encontramos enseguida la calle Apuntadors que nos cruza. Si la seguimos por la izquierda llegaremos a la plaza Drassanas. Y si giramos a la derecha un poco antes de llegar a esa plaza nos metemos en la calle des Forn de la Glòria, una pastelería antigua que aun se mantiene en pie, donde además de admirar una de las pocas pastelerias de este estilo, podemos pedir unos Medrichos (los pequeños bizcochitos típicos de aquí), la coca de patata, unos deliciosos crespells o Cocarois de verdras. Bien siguiendo esta calle todo recto o volviendo atras hasta Apuntadors, encontramos la calle Montenegro donde pasaremos por delane del Puro Hotel, (aunqe sea solo para verlo desde fuera) y el restaurante Il Piaccere, donde podemos quedarnos con un buen menú por 9.50 euros, o con cualquier cosa de la carta. Finalmente, siguiendo esta calle todo recto, que no pase por alto admirar la fachada y el patio de Ca’n  Despuig o  Ca’n Montenegro, edificio del sigo XV y propiedad de Ramón Despuig, caballero de la orden de Calatrava y conde de Montenegro (razón por la que la calle y la casa reciban ese nombre).  Pasado esto llegamos a la calle San Felio, donde tenemos dos opciones: salir del entramado de calles bien hacia la derecha saliendo al Borne o de frente saliendo a Jaime III, o  girar a la izquierda para terminar la noche con unas copas en el Atlántico o en la Vinya. (Del primero ya hablé en uno de los primeros posts. El segundo es más pequeño e íntimo y es perfecto para un reducido grupo de amigos).

Dicho todo esto, me voy a ponerme guapa para poder empezar mi particular recorrido nocturno…..pasadlo bien!

Y si a alguien se le ocurre algún lugar que mencionar o recomendar….ya sabe!!

Tan normal

junio 29, 2007

Callejeando ayer por Palma, descubrí una vez más la cantidad de posibilidades que ofrece esta ciudad. Posibilidades que están delante de nuestros ojos pero que muchas veces pasamos por alto, bien porque las desconocemos o bien porque pasamos demasido rápido.

Esta vez porpongo salir de casa o abandonar las obligaciones de la jornada, casi al final de la tarde. Porque a partir de las 7 o las 8 de la tarde hasta nedia noche podemos sentarnos en una de las terrazas de los tres bares que hay en la Plaza de Drassana. No dejan de ser bares de lo más normales y corrientes donde tomarse una coca cola, una caña o lo que se te pase por la cabeza. Pero lo que lo hace realmente apetecible es el ambiente que se respira. Cuando las temperaturas propias de un verano en la isla comienzan a dar un poco de tregua, corre el aire fresco, la ciudad se prepara para la puesta de sol y la actividad nocturna comienza a despertar, sentarse en una de esas terrazas y disfrutar del ambiente es un plan perfecto. Relajarse y olvidar todos esos problemas que nos agobian, para simplemente descansar y disfrutar.

Sorprende ver cómo una zona que no tiene nada de especial, y que posiblemente pasaríamos de largo, se convierte en un punto de encuentro de pequeños grupos de amigos, extranjeros que descansan las piernas o las típicas personas que casi parece que ya viven ahí. Haciendo de ello la típica estampa de plaza de barrio, abarrotada de la gente que lo conoce y le es fiel. Porque son precisamente esas personas las que saben de las posibilidades del lugar. Y si hay mucha gente, será porque vale la pena…

Un ambiente desenfadado, relajado y tranquilo que te permite relajarte a tí también, sea cual sea el motivo por el que estés en la ciudad. Y porque muchas veces son estos lugares tan molientes los que más merecen la pena.